LA PREOCUPANTE DERIVA DE LA CENSURA EN EL ARTE

Desde la reflexión sobre el valor de la igualdad y los derechos humanos, nacido en la democracia, siempre he considerado vital seguir reivindicando, ganando pero también recuperando derechos en nuestra sociedad.

A veces damos por hecho que el mundo avanza de forma lineal y que la inercia nos lleva a un lugar más próspero y amable. Y siendo así, puede resultar sorprendente que en pleno siglo XXI estemos viviendo un retroceso como el actual, en concreto en el ámbito de la cultura y el arte. Sin embargo, solo hay que hacer un rápido repaso a la Historia para evidenciar lo equivocados que estamos, y que los derechos y las libertades nunca están aseguradas.

Esta preocupación nos llevó en Kripties, a principios del presente año, a inaugurar la exposición ‘Censura’. A través de los discursos y obras potentes de excelentes artistas como Bruno Vázquez, Saúl Corona, Adrián García y Curro Medina, invitamos a reflexionar sobre están experimentando un movimiento de cancelación, término con el que se pretende suavizar una censura camuflada por la moderación.

Desafortunadamente, parece que nuestra evolución como sociedad ha olvidado educarnos en el respeto, pero también en la crítica, mostrándonos el papel fundamental que el arte y la cultura en la mejora de nuestra vida y la de nuestro entorno. No hay avance sin cuestionamiento.

LA GRAN RECESIÓN: NO ES CANCELACIÓN, ES CENSURA

En lugar de comprender que el arte abarca todos los aspectos de la vida, hoy nos escandalizamos aún con más fuerza por la desnudez, la religión y la sexualidad. Olvidamos que el arte nos lleva a explorar nuevos territorios, nos enfrenta a nuestros miedos y nos impulsa a superarnos. Limitar esta maravillosa herramienta de la imaginación, el pensamiento crítico y la creatividad, catalogándola como irreverente, ofensiva o inapropiada, no solo es desafortunado, sino que nos empobrece y nos conduce a la irrelevancia y la mediocridad.

Es fundamental recordar que el progreso de una sociedad se basa en el respeto a la libertad de expresión y la diversidad de perspectivas. Debemos defender la capacidad del arte para desafiar las normas establecidas, generar debates y evocar emociones. Solo a través de la apertura y el diálogo podemos seguir avanzando y construyendo un mundo mejor.

En esta lucha contra la censura en el arte, insto a todos a rechazar cualquier intento de silenciar las voces creativas y a promover un ambiente donde la diversidad sean celebradas. El arte tiene el poder de abrir mentes, inspirar cambios y construir un futuro más enriquecedor y equitativo para todos.