INDUSTRIA Y PROFESIÓN
La cultura es un tesoro que ha de ser valorado y protegido. Es el corazón de una sociedad, la expresión de su identidad y fuente de enriquecimiento para todos. La cultura nos ayuda a entendernos a nosotros mismos, como individuos, como grupo, y también al mundo que nos rodea. Nos abre la mente a nuevas ideas y nos conecta con otras personas de todo el mundo.
Lamentablemente, sigue siendo una de las carteras más precarias en nuestro país. La pandemia golpeó fuertemente al sector cultural, mucho más al profesional que a la industria en sí; y aún hoy no parece haberse recuperado. Las reivindicaciones de los profesionales claman por una mayor atención y reconocimiento también a la propia industria, demandando un verdadero pacto de estado, una actualización legislativa y una ley de Mecenazgo que promueva y fomente la inversión en ella.
Así, no solo en España sino a lo largo del planeta, los profesionales de la cultura reivindicamos una serie de derechos y condiciones laborales que nos permitan desarrollar nuestro trabajo en condiciones dignas y justas. Estas reivindicaciones incluyen:
- Sueldos dignos, que permitan vivir con dignidad.
- Condiciones laborales seguras, tanto física como psicológica.
- Protección social: Acceso a la seguridad social y otros beneficios sociales como la jubilación, la salud y la maternidad.
- Reconocimiento y valorización de su trabajo.
Estas son solo algunas de las reivindicaciones esenciales para garantizar que los profesionales culturales contribuyamos al desarrollo de la industria y la sociedad de una forma más equitativa.
Además de estas reivindicaciones, también trabajamos para promover la diversidad cultural y la inclusión social. La cultura es un bien público que debe ser accesible para todos, independientemente de su origen, raza, religión o género, y los profesionales de la cultura estamos especialmente comprometidos en la construcción de un mundo más justo para todos.
Todos tenemos un papel importante en hacerlo realidad, apoyando a los artistas y creadores locales, visitando sus exposiciones, comprando sus obras y participando en sus eventos, así como a las organizaciones que trabajan para promover y difundir la cultura. Juntos, podemos hacer la diferencia y asegurar que la cultura tenga el lugar que le corresponde en nuestros días.